COLOMBIA ¿UNA FUENTE LIMITADA DE TALENTO ACTORAL NEGRO?

Cuando veo los comerciales de la nueva serie “Niche”, me da gusto que un actor afrocolombiano vaya a representar a uno de los mejores músicos que ha dejado la tierra chocoana y cuya música, al igual que el chontaduro y el Borojó, han sido adoptados por la capital de la salsa.

Realmente me agrada ver a un hermano afrocolombiano destacándose en cualquier ámbito profesional, pero sobre todo que rompa con los falsos imaginarios de que no somos capaces de desempeñarnos en algunos campos como el de los medios de comunicación, del cual hemos estado y seguimos siendo excluidos.

Jaír Romero en "El Joe"

Cuando por primera vez veo publicidad, de la que me imagino será una afamada serie televisiva, me encuentro con un personaje al cual ya había visto antes, no sé donde… ah, ya sé, es “El Joe” o Jair Romero, el actor que interpretó el papel del músico costeño en años anteriores, y del cual alguna vez mencioné que no se parecía físicamente, de hecho, se parece más a Jairo Varela que a mismo Joe Arroyo, pero eso no es lo importante ahora. La pregunta que me quedó dando vueltas en la cabeza por algún tiempo es ¿no hay más actores negros que puedan interpretar papeles protagónicos de este tipo? 

Para muchos lo importante es que aparezcamos y estoy de acuerdo, lo importante es  que la gente negra se represente en los medios de comunicación claro está, pero es mi obligación como parte de este escaso grupo que afrocolombianos que trabaja en realización de piezas mediáticas, ver un poco más allá, o leer entre líneas, como le quieran llamar, pues el mensaje que nos pueden estar enviando estos canales de televisión comercial, es que no existen más actores negros que puedan desempeñarse en papeles protagónicos, lo que los obliga a repetir actores, incluso cuando este ha sido contratado con anterioridad por la competencia en una serie exitosa.

Uno de los motivos de éxito de este actor es probablemente su apariencia física; un joven con una cara bonita, ojos claros y una tez negra, pero clara, es lo que se podría llamar un negro “estéticamente aceptable”, lo que conlleva generalmente a una aceptación social, hecho que no es nuevo en la historia de nuestra nación colombiana[1].

Algo que tampoco es nuevo, es el protagonismo de un actor afrocolombiano en la televisión nacional, en 2001 Walter Díaz interpretó a Adrián en la novela “Luzbel está de visita”, novela que infortunadamente no obtuvo el rating deseado, posiblemente porque era la primera vez que un afrocolombiano se tomaba el papel protagónico. 

Walter Díaz en un afiche de la novela

Es que para los medios colombianos los afrodescendientes somos invisibles, y cuando de algún modo abren espacios a la gente negra, estos solo pueden desempeñarse en roles que se asemejen a la realidad que estos  muestran[2], una realidad estereotipada en la cual estamos destinados a servir o a delinquir, muestra de ello es lo que le ha sucedido a Oscar Borda, excelente actor con amplio bagaje, al cual últimamente solamente se le da el papel de delincuente, como en la película Perro come perro, o en la narconovela “El Capo” y sus secuelas El Capo II, III y me imagino IV, producciones de este seudo-género  televisivo que afecta negativamente la cultura de  todo un país.

Atrás quedaron papeles como los representados en las novelas “Azúcar”,  “Perro Amor” o “Café, con aroma de mujer”, que permitieron abrir el espacio televisivo a la gente negra, cabe resaltar la última, pues aborda de manera un tanto cómica, un tema como la discriminación racial hacia la gente negra.

Oscar Borda en la serie El Capo III

La verdad no critico a Oscar Borda por hacer de malo, ni a Leonor Gonzales “La Negra Grande de Colombia” por ser siempre servil en sus papeles, porque simple y llanamente ellos no son quienes elaboran estos guiones cargados de discriminación. No hay que olvidar que la televisión es un mercado y obedece a unas dinámicas donde prima lo económico, dejando en un segundo o tercer plano lo social, y la verdad ser un actor negro en una agresiva industria cultural que no permite voces diferentes, debe ser algo muy difícil, de hecho me gustaría que pudieran venir el próximo año a la ciudad de Cali al Festival de Cine Afro “Ananse” para que nos hablen sobre la complejidad del medio.

Pero no todo es negativo, una de las formas en las que se ha reconocido el aporte afro en la televisión ha sido el reconocimiento realizado a la actriz Karen Hinestroza, quien en el pasado mes de marzo recibió el premio a actriz revelación en la ciudad de Cartagena de Indias gracias a la serie “La Selección” para lo que tuvo que pasar por muchas horas por las tablas, participar en cuatro películas y una novela, siendo esta última la que verdaderamente le permitió mostrar su talento, por lo menos al público novelero de nuestro país, que se caracteriza su baja asistencia al cine nacional.

Karen Hinestroza en la película Chocó

Si se hace un balance de la participación actoral, ya hemos pasado por la primera etapa que es la llegada a la televisión, lo que sigue es posicionar nuestros actores y actrices para que puedan más adelante poder escoger sus papeles. 

Espero que la nueva novela y otras de emisión futura sirvan de excusa para la incorporación de talento, pero también que Karen, Oscar, Ramsés, Walter, Jair y otros actores y actrices afrocolombianos tengan la oportunidad de visibilizar positivamente a las comunidades negras, afrocolombianas, raizales y palenqueras en aspectos que trasciendan lo deportivo y lo cultural, que son los pocos aspectos donde se reconoce su aporte a la nación.

“Deseo una cámara que registre bien... en la TV, más personas de mi color de piel”

Canción “Deseo ver”

Agrupación Colombian Gangster

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[1] Recordemos que en la época colonial los negros  esclavizados que tenían tez más clara y mejor dentadura, entre otros factores, eran ubicados en las casas en lugar de la plantación, lo les cual permitía cierto estatus aún en la escala social más baja a la que pertenecían; si creen que hoy en día no se conservan vestigios de estos estereotipos hagan un balance del color de piel de los afrocolombianos que acceden más fácilmente a un empleo.

[2] Uno de los hallazgos de estudios realizados por el PNUD y  la Universidad de Cartagena, entre otros  son una serie de tendencias en las cuales se visibiliza a los afrocolombianos  negativamente a través de estereotipos como la delincuencia, la pobreza, vulnerabilidad, prostitución y lo exótico entre otros.