Una noche como cualquiera, con el estrés y cansancio que genera abordar el MIO a la famosa hora pico de las 6PM, mi intento por asilarme del entorno cercano intentando escuchar algo de música fue trasgredido por una discusión que se presentó en el sistema que intenta alienarme con el comentario “El mío es tuyo…”. Un señor nobles intenciones, pero con poco tacto grita como ya es costumbre “Un puesto para la señora que tiene un niño…” mirando alrededor me encuentro con que solamente habían mujeres en esa zona y uno de los escasos hombres que se encontraba lejos de la escena fue el damnificado (cabe aclarar que uno asume que cerca de la persona debe haber un puesto y no le toca avanzar más de 5 sillas de distancia en el MIO). Pero en esta ocasión ocurrió algo muy extraño (por lo menos no lo había visto antes) fue la señora quien personalmente le pidió el puesto al caballero, a lo cual el entrego sin chistar su silla. Pero al parecer el inconveniente no se resolvía s