Irritable
adaptación de una serie animada que marcó la infancia de toda una generación,
en la cual me incluyo, que no pasa de
ser una película más de Hollywood.
Comenzando
con un argumento muy simple (no sencillo) que no cuenta con una estructura narrativa
sólida, que entretenga a la audiencia a través de una historia en la que las
cosas suceden porque sí, como por ejemplo la manera en la que el Maestro
Splinter aprende las técnicas del ninjutsu solo con mirar un libro (siquiera
hubiese aprendido con videos de YouTube, lo cual es mas creíble), o la
preparación de un virus que tiene fecha de lanzamiento, pero no cuenta con un antivirus
solo hasta el mismo día de su propagación, esto sin tener en cuenta el
protagonismo de Abril O’Neill, interpretada por Megan Fox, que en la mayor
parte de la película es una periodista que no tiene empleo, es decir una
periodista que no es periodista, hecho que contrasta notablemente con la
versión animada de los años 80´s donde era una periodista consagrada.
Pero
al mejor estilo de Hollywood se pretende ocultar todos estos errores
argumentales con efectos visuales y momentos graciosos como la escena del ascensor
que la verdad todavía no le encuentro el sentido, salvo gastar 30 segundos de tiempo y servir para el trailer.
Aunque
sé que las comparaciones resultan odiosas, creo que el equipo de producción
tuvo el tiempo suficiente para sacar a la luz una historia que aportara algo
nuevo a la trilogía de los años noventa (1990 – 1993) cuya segunda versión
contó con la famosa versión de “Vanila Ice” y su canción “Go ninja”, pero por
el contario se limitó a realizar un producto superficial que no genera ninguna
reflexión personal para los niños, que son el principal target de este tipo de películas.
Algo
que considero positivo de esta adaptación es que ha removido los recuerdos de
los ahora adultos que vieron la serie original, que me imagino al igual que yo,
buscarán en internet sus capítulos para recordar y dejar salir ese niño que llevamos
dentro.
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