Imaginarios
sexuales de la gente negra en Cali
En la
ciudad de Cali, al igual que en muchas zonas del país se construido el imaginario de que
las personas de descendencia africana o afrocolombianos cuentan con
características físicas que permiten un desarrollo más placentero de la
sexualidad. Este imaginario surge a raíz de varios factores como lo son: por un
lado los bailes que en la época colonial se denominaban “profanos” y que
posteriormente originaron bailes actuales, por otro lado la forma y el tamaño de las nalgas
de las mujeres que se considera atractivo para los hombres de la región (que a
su vez proviene de una costumbre ancestral africana de realización de masajes a los
bebes) y finalmente el tamaño del miembro viril masculino grande.
Esta
concepción casi mítica de la sexualidad masculina y femenina de la población
afrocolombiana no choca con el fenómeno de exclusión y
discriminación racial existente
en la ciudad1, sino por el contrario se adapta y genera nuevas
dinámicas de racismo menos visibles como la mirada de la mujer o el hombre
negro como objeto sexual, donde se acepta una persona afro para tener
relaciones, pero no para otro tipo de actividades, por ejemplo laborales.
¿Por qué es un imaginario?
según Diaz3
los imaginarios son representaciones colectivas que rigen los sistemas de
identificación y de integración social. En el caso analizado se habla una representación
colectiva, puesto que no es una idea de un solo personaje, sino que a lo largo
del tiempo ha logrado permear de manera inconsciente los modos de pensar y de actuar de muchos de los habitantes de la ciudad de Cali. Se convierte en imaginario en la
medida que un grupo específico lo naturaliza y hace parte de su dinámica cotidiana de manera discursiva y posteriormente practica.
En el
ámbito comunicativo, los imaginarios sociales cumplen una función social muy
importante en la sociedad, dado que son
la base de la construcción de la misma. Así como la comunicación se encarga de
entramar las diferentes manifestaciones sociales, políticas, económicas y
culturales. Los imaginarios sociales definen los parámetros de convivencia que
estarán implícitos en su universo discursivo.
¿Cierto o falso, importa?
La verdad en este caso, la veracidad de estas afirmaciones
no es el centro del análisis, porque lo que se trata de abordar es que se trata
el cuerpo de hombre y de la mujer afrocolombianos como un objeto erótico, es
decir se cosifica al darle la connotación de un aparato o una maquina sexual,
lo cual para muchos puede ser algo positivo, sobre todo en los hombres, donde
la virilidad es sinónimo de poder, pero en el caso de las mujeres esto cuenta
con otras implicaciones, como la agresión física, verbal y hasta sexual.
¿Para qué sirve conocer cómo operan los
imaginarios?
Es claro que de cierto modo consciente o inconscientemente asumimos roles que se nos han impuesto gracias al discurso utilizado en nuestro contexto específico, la manera como hablamos, las masculinidades y las feminidades están supeditadas al imaginario que se considera válido para este grupo social. Aunque existan personas que se atrevan a utilizan una ruta alterna en su carrera discursiva, es innegable que inciden los modos de ver la realidad de su familia y amigos, sobretodo en edad escolar.
Ser
consciente de los imaginarios permite realizar un análisis crítico de las
construcciones sociales que nuestra cotidianidad que se han basado en ellos.
Nos permite ver la realidad más allá de los límites imaginarios que se nos han
creado, observando desde un contexto mucho más amplio.
Para muchas
personas el imaginario mencionado anteriormente resulta positivo, pero tenemos
que tener en cuenta que las personas estamos definidas no por el tamaño de sus
caderas o el tamaño de su miembro viril, sino por nuestras acciones e ideologías.
Es por
esta razón que el ejercicio que debe ser planteado es el de ayudar a la
construcción de imaginarios positivos que trasciendan lo físico y tengan en cuenta el lado intelectual y espiritual de la persona. Qué bueno el imaginario de “los
negros son inteligentes”.
1A
pesar de ser Cali la ciudad con mayor población afrodescendiente del país, las
condiciones sociales, económicas reflejan procesos de exclusión. URREA Fernando.
VIÁFARA Carlos.2011. Cuantos somos, como
vamos CIDSE Universidad del Valle-Afroamérica XXI.
2Es
necesario aclarar que estos casos aunque puedan suceder a menudo no son
generalizables. El imaginario es general, pero no los comportamientos.
3DÍAZ
TÉLLEZ Ángel Saúl.2011 Módulo del curso
de Semiótica. Universidad Nacional abierta y a Distancia